ANGEL DE LA CONSTANCIA. CONTRAPARTE FEMENINA DEL ARCANGEL JOFIEL.

La pureza de Dios-La luz de la Ascensión Pertenece al grupo de ángeles del segundo rayo, es la fuerza femenina del rayo amarillo dorado, junto con el Arcángel Jofiel. También se la conoce como Christine o Konstantia su contraparte femenina y a ella se le atribuye el conocimiento intuitivo, la fidelidad, la percepción, la energía microscópica y el tacto. De ella emana un amor atrayente y magnético que fascina a cualquiera. Constancia, porta el cáliz de la riqueza interna en la mano, dirigiendo su mirada hacia el amor de Dios y de la creación. Tiene la fuerza del conocimiento con el corazón. Niega todo aquello en lo que ve obstáculos, que critica y que induce a la separación porque en todo ve unidad. Piensa con el corazón y ama con la razón. Llega hasta el fondo del todo y el lema que se le puede aplicar es el misma afirmación de Jesucristo que dice “lo mínimo que le hayas podido hacer a esta persona me lo habrás hecho a mi”.

Símbolo: Cáliz dorado

Planeta: Júpiter

Día: Lunes

Minerales: Topacio dorado, ámbar.

De una manera delicada Lady Konstantia te envuelve en su amorosa y sabia luz de color amarillo dorado. Te conduce hacia la sabiduría de tu corazón y te recuerda que todo está relacionado entre sí. Te confía el cáliz de tu capacidad de recepción, sacándote de la penumbra y llevándote a tu propia luz. Nos invita a unirnos a la capacidad de amar y de amor hacia la vida. Hay que liberarse de los miedos, de las ataduras, y de todo aquello que nos impida evolucionar. Con ella a nuestro lado, podemos volver a redescubrir lo bello, ver todo lo positivo y abrirnos a nuestras ganas de vivir. Ella aumenta nuestro potencial energético y despierta la fuerza de nuestro magnetismo. También nos recuerda que TODOS estamos relacionados.

MENSAJE del Ángel de la constancia y de los ángeles del amarillo dorado: EL MUNDO COMO TU LO VES, LO VIVES Y LO PERCIBES ES EL ESPEJO DE TU ALMA.

ORACION

“Oh Padre/Madre, manantial de la luz eterna,

Haz en mí un instrumento para alcanzar tu paz.

Allí donde haya odio, permíteme que traiga el amor.

Donde haya ofensa, ahí yo lleve perdón.

Donde haya desunión, quiero llevar la unión.

Allí donde haya duda, déjame llevar la fe.

Donde hay error, ahí llegue a través de mi la verdad.

Donde hay desesperación, déjame que lleve la esperanza.

Donde hay tristeza lleve yo la alegría.

Allí donde hay penumbra sea yo el portador de la LUZ.

Oh Maestro, haz que no busque tanto

El ser consolado, sino que sea yo quien consuele, 

El ser amado, sino que sea yo el que ame.

Porque: Al que da, le será dado.

El que perdona, será perdonado.

El que muera, resucitará en la vida eterna.

(Oración de San Francisco de Asís).