REFLEXIONES SOBRE UN VIERNES SANTO

Cuando llega el viernes, dentro de la Semana Santa, es el día de mayor reflexión, fueron tantas las vicisitudes que vivió Jesús solamente por nosotros, que por ello merece un reconocimiento constante a ese hombre que fue un revolucionario ,ya que cambio la historia de la vida de los hombres en tu antes y en un después.

Fueron horas que comenzaron en el monte Getsemaní, donde Jesús junto al Ángel y la presencia de la Santa Amatista pilar de la llama violeta, lo acompañaron ante las tentaciones a los que le sometía el Maligno, que también allí se encontraba, en medio de una profunda soledad, cuando todos los apóstoles lo habían abandonado al quedarse dormidos. Jesús confundido, atormentado, y sudando profusamente (se conoce como sudor de sangre), se debatía entre la vida y la muerte, entre seguir la palabra de su Padre, y salvarnos o aceptar las comodidad que le ofrecía el “no luz”, cuando, le insistía que no siguiera la palabra de su Padre.

El hijo del Eterno, tomo una decisión y se entregó al ejercito enviado por el Sacerdote Supremo de la época llamado Caifás, el mismo que había comprado a Judas Scariote, por tan solo 30 monedas de plata. Necesitaban callar al Maestro Jesús, pues estaba representando una amenaza para el poder que la Iglesia ejercia en ese momento, cada día eran más los seguidores del Maestro y ello representaba un peligro para la autoridad eclesiástica.

Jesús vivió horas de insultos, golpes, maltrato físico, látigo y flagelación con el llamado Flagrum Romano,(el cual se elaboraba en madera dura con 3 patas de cuero y al final de cada pata un tridente de metal y pedazos de huesos) de forma tal que al azotar al condenado se incrustase en la piel y se trajese de una vez el trozo de carne del reo. Jesús fue azotado y flagelado por 3 Lictores (nombre que recibían los que daban el castigo y que no eran otros que presidiarios fuertes escogidos, para que el castigo fuese más rudo). Estudios han demostrado que pese a la gran cantidad de sangre perdida, la molécula sanguínea del Maestro Jesús no sufrió alteración alguna. Podríamos decir por ello que pese aun estar en la Tierra, ya Jesús era un Santo.

Jesús, fue coronado con el conocido Pileus, (corona de castigo de la época, en forma de gorro, que cubria desde la nunca y hasta la frente), se elaboraba con las ramas espinosas solidad del árbol del Abeto, y que al ser incrustadas en la cabeza de Él, laceraban toda su cráneo y masa encefálica. 

El Maestro Jesús, llego a desarrollar un proceso febril conocido como Hiperalgecia, en el cual el paciente presenta unas fiebres que oscilan entre los 41 y 42 grados. Ella se produce cuando los tramos del cuerpo dañados son de extensas proporciones. Así camino Jesús por las empedradas calles de Gólgota desde Casa Antonia y hasta el montículo de las 3 Calaveras donde seria crucificado. La peor de las humillaciones que sufrió Jesús, fue haber sido escupido muchas veces, pues cuando un ser humano es escupido, se está escupiendo al Espíritu Santo en el.

Jesús, cargo en todo este recorrido, no la cruz como cuenta la historia (pues esto resultaría imposible para un hombre débil, febril, y agotado por las horas vividas de dolor y físico y moral). Explico, la cruz consta de dos maderos, el vertical llamado Stipe, este madero esperaba al reo en el sitio donde se efectuaba la crucifixión, pesaba entre 60 a 80 kg (176 libras), mientras que el madero horizontal que fue el que cargo Jesús, llamado Patibulum pesaba entre 20 a 40 kg (88libras). El Patibulum, se colocaba en la nuca del reo, y los brazos se extendían por sobre el atándose las muñecas al extremo, ósea en cada punta. De esta forma cuando el Maestro que no dejaba de ser azotado, caía por la debilidad al piso, lo hacía en caída libre, lo que le ocasiono, la fractura de su tabique nasal y de alguna de sus costillas.

Jesús, llego un momento en que sus fuerzas le fallaron y tuvo que ser auxiliado por Simón de Cirineo uno de los tantos que allí se encontraban y que escogido arbitrariamente por el ejército lo auxilio a poder llegar hasta su final.

Jesús, fue flagelado desnudo, del mismo modo que solo lo cubria, mientras se dirigía a la cruz una túnica tubular, como era la usanza de la época, el Maestro ante tanto dolor, se orinaba y defecaba mientras el mismo dolor aceleraba estos procesos del ser vivo. (Algún día la Iglesia revelara todo esto, que aun por respeto a sus feligreses, no ha querido develar).

Jesús, fue crucificado como un delincuente, pues dos malhechores lo acompañaban a su derecha y su izquierda. También es importante saber que el crucificado muere por asfixia, sus brazos conforman un ángulo de 45 grados con relación al torso del cuerpo, los pies se apoyan sobre un pedazo de madero, y cuando el reo demoraba en su muerte se le daba un garrotazo en las corvas, para que el cuerpo al ceder, produjese esta asfixia por exceso de dióxido de carbono que ha ido reteniendo, el cuerpo del reo.

Jesús, alcanzo la Gloria de los Cielos, porque hasta el último momento supo PERDONAR, 3 veces miro al Cielo refiriéndose a su Padre y repitió, “Padre, perdónalos, no saben lo que hacen” .Ascendió al tercer día, y se encuentra ubicado a la diestra de su Padre, para desde allí seguir representando para los que tenemos una FE viva e inquebrantable, el Rey de reyes y el Maestro de maestros.

Todo esto pasó un día como hoy, el día más significativo, considero Yo, de todos los días que integran la Semana Mayor. Coincide usted conmigo, que valió, el sacrificio del Hijo de Dios?