VIBRACION ESPIRITUAL
Todo ser u objeto vibra. Mientras
más sutil es el ser, vibra a más alta velocidad, mientras más denso, vibrará
más lento.
El ser humano, tiene una
vibración lenta, mientras que un Ángel es de frecuencia vibratoria muy alta,
para ejemplificar más este fenómeno de la vibración, nos podemos centrar en las
hélices de un avión, que mientras más rápido giren, a nuestros ojos puede parecer
estáticas o incluso, podemos no detectar su presencia de manera inmediata, en
cambio, cuando dichas hélices giran lento, fácilmente podemos notar tanto su
presencia como la secuencia de su movimiento. El espíritu tiene una vibración
de una intensidad infinita, a tal grado que se puede considerar como si
estuviera en reposo. De la misma manera, el cuerpo físico, que es de materia
densísima, tiene una vibración tan débil que parece también estar en reposo.
Por eso se dice que los extremos se tocan.
Helena P. Blavantsky lo define de
esta manera "El Espíritu es materia en su más elevado estado de sutilidad
y la materia es espíritu en su expresión más densa."
Los Ángeles son seres cuya
frecuencia es muy alta, es decir, hacen vibrar a tal velocidad sus átomos que
pasan al estado radiante, generan luz; por esto se les llama "Seres de
Luz". Los Ángeles pueden alcanzar una mayor expansión y contracción que el
ser humano porque sus cuerpos son más fluidos.
En ésta Era de Ángeles, es muy
común oír hablar de contactos angelicales y mucha gente que dice haber visto
uno (o muchos), quiero decirte que no hay nada más difícil que ver un Ángel,
precisamente por su frecuencia vibratoria que está en contraposición de la del
ser humano. Ver un Ángel es privilegio de pocos... muy pocos. Para que un ser
humano sea capaz de percibir la presencia física de un Ángel hace falta que
esta persona haya cambiado ya su frecuencia vibratoria mediante el cambio de
conciencia. Nosotros no podemos aspirar a que Dios o los Ángeles vengan a
nosotros, somos nosotros los que nos tenemos que elevar hacia ellos.
¿Cómo elevar nuestra frecuencia
vibratoria? Siendo mejores. Aprendiendo no solamente las teorías espirituales,
sino llevarlas a la práctica. Medita, vive dentro del amor y el servicio a lo
que te rodea. Todo acto que deriva del amor, limpia y expande tu energía al
igual que tu conciencia acelerando tu frecuencia vibratoria. En cambio todos
los actos que no derivan del amor, como el rencor, el resentimiento, la
tristeza, la depresión, la preocupación, el miedo, etc. Crean bloqueos en tu
energía, deteniendo su flujo natural, haciendo que tu aura se torne gris y con
esto, toda esperanza de contacto angélico se disipa. Ya que la comunicación
directa con ellos depende en mucho de nuestra calidad humana.
Cuando una persona eleva su
frecuencia vibratoria y eleva hacia el Ángel, éste puede manifestarse ante
ella, pero nunca en su forma natural. El Ángel, por medio del pensamiento,
adoptará alguna forma de baja frecuencia que permita a la persona verlo, pero
jamás bajará su frecuencia al grado de convertirse en "otro" ser
humano, se puede parecer, pero nunca será igual en sus características físicas.
Por esta razón, cuando escuches
que a una persona en problemas, le llegó oportunamente un Ángel para ayudarle,
no es precisamente un Ángel convertido en ser humano el que ha llegado, es el
Ángel, influyendo sobre un ser humano para éste brinde su ayuda a quien lo
necesita.
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