EL EGO, CUANTO DAñO HACE SI NO SE APRENDE A TRABAJAR
El ego nace con nosotros cuando venimos al mundo. Cuando
somos niños, a través del cariño, del amor, del cuidado, sentimos que somos
buenos, valiosos, que tenemos alguna importancia. Nace un ego, un
"centro". Pero este centro es un centro reflejado, reflejado por
nuestros padres, por familiares directos, por amigos cercanos que sin darse
cuanta adulan tanto al recién nacido, que este llega a sentirse sin reconocerlo
aun como el centro de atención, cuando llora (y todos corren a él), cuando ríe
y todo el mundo le hace gracias, cuando llega a un lugar y varias voces le
llaman insistentemente etc. No es nuestro verdadero ser. No sabemos quiénes
somos, simplemente sabemos lo que los otros piensan de nosotros. Y este es el
ego: un reflejo de la opinión de los demás.
Si cuando somos niños nadie piensa que somos útiles, nadie
nos aprecia, nadie nos sonríe, entonces también nace un ego. Un ego enfermo,
triste, rechazado, como una herida, sintiéndose inferior, sin valor.
Esto también es el ego, (el de no tomarte encuentra, el de no
resultar centro de atención) Esto también es un reflejo.
Primero es la madre la que crea nuestro mundo. Después otros
se le suman a la madre y así ira creciendo el mundo del niño.
Y cuanto más crecemos, más complejo se vuelve el ego, (edad
crucial de 7 a 8 años, donde se pierde la esencia pura del ser) porque las
opiniones de muchos más son reflejadas.
El ego es un fenómeno acumulativo; es el subproducto de vivir
con otros.
Y como lo real, sólo puede llegar a conocerse a través de lo
falso, el ego es una necesidad. Uno tiene que pasar a través de él y
trascenderlo para vislumbrar lo que realmente somos.
Lo real puede ser conocido solo a través de lo ilusorio. No
puedes conocer la verdad directamente. Primero tienen que conocer lo que no es
verdadero. Primero tienen que encontrar lo que es falso. Y es a través de ese
encuentro cuando se vuelven capaces de conocer la verdad. Si conocemos lo falso
como falso, la verdad despertara en nosotros.
El ego es una necesidad social. Y todo el mundo refleja.
Iremos a la escuela y el maestro reflejara quiénes somos. Seremos amigos de nuestros
compañeros y ellos también nos reflejaran quienes somos.
A la sociedad no le interesa que lleguemos a conocernos a
nosotros mismos.
La sociedad crea un ego, porque el ego puede ser controlado y
manipulado. Nadie ha escuchado jamás que la sociedad pueda controlar al SER:
eso no es posible.
Luego poco a poco nos convencemos de que ese ego que la
sociedad nos da, es lo que somos.
El ego siempre es sacudido; siempre está en busca de
alimento, que alguien lo aprecie, que le den atención. El Ego mal manejado,
puede representar un arma de doble filo. Hay profesionales como los
deportistas, artistas, oradores, políticos, y figuras de otras áreas públicas
que llegan a convertirse en personas insoportables si no son adulados, llegan a
sentirse seres superiores, falsos dioses, el Poder y el Ego en estos casos se
conjugan y se convierten en seres enfermos.
Si nos quieren, estamos felices, si nos desprecian creemos
que no valemos nada.
Obtenemos la idea de quienes somos por los demás. No es una
experiencia directa.
Vivimos con ese centro falso sin saber que llevamos nuestro
verdadero SER dentro nuestro.
Intenten comprender esto tan profundamente como puedan,
porque el ego debe ser controlado.
De lo contrario, nunca seremos capaces de alcanzar el SER.
Porque nos hemos vuelto adictos a ese centro falso y no podemos salir de él,
nos hemos convertido en prisioneros.
Al desechar al ego podemos sentir que perderemos todos los
límites y nos sentiremos aturdidos, aterrorizados, estremecidos, como si
hubiera ocurrido un terremoto.
Pero si tenemos valor y no retrocedemos, si no volvemos a
caer en el ego y continuamos y seguimos más allá de él, hay un centro escondido
dentro de ti, que has llevado por tantas vidas.
Es tu alma, el SER!!!
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