SENTIR A DIOS:

Todos sus hijos tenemos implícito desde que fuimos Creados el potencial de sentirlo, percibirlo y vivirlo en todo lo que existe y en todo lo que esta, el conflicto del hombre radica en el uso de su Libre albedrio, que aunque puede aportarle mucho a tu vida, también si haces una mala selección te llevaría a la involución reiterada y con ello el estancamiento de un alma apresada en un cuerpo físico.

Sentir es a Dios, es sentir amor por todo lo perceptible a nuestros sentidos, es vivirlo, recordarlo y disfrutarlo en los pequeños y lo grande, lo simple y lo complejo, lo básico y lo elaborado. Cuando vibramos ante el vuelo de una mariposa que se cruza a nuestro paso, cuando disfrutamos una gota de lluvia, o el calor del sol sobre nuestra piel, cuando la flor más sofisticada mediante un injerto, nos vale lo mismo que una flor silvestre que sobrevive a la inclemencia del tiempo, ahí estamos sintiendo a Dios!...al Dios que vive y late en cada corazón y es feliz cuando nos percibe capaces de recordarlo, de experimentarlo y sentirlo en cada risa, en cada lagrima y en cada gesto.