SANANDO CON HO OPONOPONO:
Ho´oponopono es un arte de sanación hawaiano muy antiguo. Es
la práctica de perdonarse y reconciliarse con uno mismo. Tomar el 100% de
responsabilidad de lo que ocurre a nuestro alrededor y sanar nuestra propia
mente ya que ésta es el reflejo del exterior. Limpiar y borrar todas las
memorias dolorosas y pensamientos sobre otras personas que nos causan dolor y
que se encuentran alojados en nuestro inconsciente. A medida que vamos
limpiando, nuestro exterior cambiará también.
En la antigüedad hawaiana, el ho´oponopono servía para
corregir, restaurar y mantener buenas relaciones entre los miembros de la
familia y sus dioses. A través de ello y por medio de unas oraciones, llegaban
a las causas y el origen del problema. La versión también se centra en la
oración y en el poder que ejercen las palabras en nosotros. Pero a diferencia
de las tradiciones hawaianas, ella describe los problemas como los efectos del
karma negativo, afirmando que cada uno debemos experimentar por nosotros mismos
lo que hemos hecho a los demás y que cada uno es creador de su vida y sus
circunstancias. Para conseguir ser conscientes de esto debemos repetir el
mantra: “Lo siento. Perdóname. Te amo. Gracias.” La vibración que transmites
con estas palabras son: lo siento, porque lamentas el suceso que te está
causando incomodidad, tristeza, ansiedad, etc… Perdóname, porque esperas
perdonarte a ti mismo/a por haber lastimado a alguien sin saber que te
lastimabas tú. Te amo, porque al invocar al amor estás sanando tu mundo
interior con el sentimiento más altruista. Das gracias, porque reconoces que
esta situación ha llegado a tus sentidos para que puedas eliminar las memorias
que te relacionan con ella de manera dolorosa. Es un tipo de auto curación a
través de la repetición de frases y palabras. Mientras más repitamos, más
pronto el subconsciente o nuestro “niño interior” lo aprenderá y, finalmente lo
hará automáticamente.
Además de las palabras “Lo siento. Perdóname. Te amo.
Gracias”, podemos utilizar otras frases o palabras para problemas concretos,
por ejemplo, Papel para moscas. Repite esta frase imaginando que tiras un papel
hacia arriba y los problemas se pegan en él, siendo consumidos y borrados.
Repite Llave de la luz e imagínela, encenderemos la luz para nosotros y los
demás. La repetición de estas palabras, de tanta energía, provoca resultados en
nuestro interior y en nuestro exterior. No tenemos que olvidar que la vida
cambia según nuestra percepción de las cosas, situaciones y personas. La mente
es nuestro propio proyector. Si no te gusta la película, detienes el proyector
y pones otra nueva, así de simple.
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