!SEXO, ALGO MAS QUE MEZCLAR FLUIDOS!
SEXO, ALGO MAS QUE MEZCLAR FLUIDOS!...muy interesante como
influye en tu Vibraciones Animicas, tu destino y tu Karma.
¿Eres consciente de la responsabilidad que supone elegir con
quién compartes tu energía más íntima?.
Todo encuentro íntimo con una persona te une de una forma
especial con ella. Las energías y las almas se entrelazan y cuanto más profunda
sea esa conexión más se comparte y se intercambia energía con esa persona.
Si estás con una persona que no le hace ninguna limpieza
interna a su ser y si además esta persona ha estado con muchas otras y tampoco
ha limpiado lo que las demás han dejado en ella, no sólo estarás adquiriendo
parte de su carga energética sino que también estarás tomando parte de las
energías de las demás personas que intimaron con ella.
Antes de intimar con una persona recuerda la frase que da
título a este comentario: “Duerme con alguien que desearías ser”.
Cuando unimos las auras con alguien, aunque haya sido una vez
en la vida, juntamos karmas, energía, luz, vibración, conocimiento, y damos
también vía libre a larvas (vampiros energéticos que se nos plasman) o a
entidades negativas como los íncubos o súcubos, por citar solamente algunos de
los muchos entes del bajo astral.
El aura tiene de por sí una defensa natural, como la tiene la
piel, que además es lo que le permite separar energéticamente un cuerpo áurico
de otro, aunque estén en contacto; en el metro o bus, por ejemplo, donde casi
siempre vamos todos apretados, las auras se tocan, pero debido a esta cualidad
intrínseca defensiva, nunca se mezclan.
En el acto sexual lo que se persigue es lo contrario: la
unión; las defensas bajan, las auras de las dos personas se fusionan y la
energía se mezcla.
Si uno de los dos trae porquería en su cuerpo áurico, los dos
acaban compartiendo esa porquería.
Cuando las dos personas se separan, cada uno tiene algo de
energía del otro, con lo que eso conlleva. Si ninguno de los dos tenía
porquería pero practican sexo sin amor, la lujuria perturba sus energías y
puede generarse suciedad en las auras. Si la otra persona es lujuriosa y lleva
hasta el extremo su lujuria, ni siquiera podrá tener una relación sexual
placentera porque todo le sabrá a poco.
El sexo es un poderoso vehículo muy elevado, espiritual,
diseñado para recordar el momento de la Creación, y despierta las mismas fuerzas
primarias creadoras. Una energía tan potente es como un faro enorme de luz.
Movida por la lujuria, esta luz se distorsiona y puede atraer entes de energía
perturbada.
El Amor, sin embargo, supone una entrada de la energía más
elevada, y hace que la relación entre dos personas tan sólo atraiga
bendiciones, estén protegidos y evita la distorsión energética.
Esto es algo hermoso cuando estamos realmente enamorados y
queremos pasar con esta persona el resto de nuestros días, ya que cuando amamos
realmente queremos compartir lo bueno y lo malo con nuestra pareja, pero cuando
sólo fue un acto de placer, o de una noche, ya no es tan agradable; ya que de
la misma forma unimos todo lo mencionado y esta unión energética dura siete
años, a partir de la última relación sexual. Así es, siete largos años en que
el lazo no se rompe, y en que seguimos unidos de forma energética y kármica con
todo aquel con quien hemos compartido nuestra cama, nuestro espacio y nuestro
cuerpo energético.
Esto es importante: el sexo no es malo, pero lo que hacemos
con él puede perjudicarnos o beneficiarnos, puede cambiarnos para siempre.
Además de que se complica cuando la cadena es grande, porque
imagina a alguien que ha tenido relaciones sexuales digamos, con nueve
personas; que a su vez cada una había tenido sexo con tres. ¿Puedes imaginar
cuántos karmas y plasmaciones tienes tú después de esta cuenta benévola?.
Cuando unimos nuestra energía de este modo, también damos
nuestro poder y vibración de vida a la otra persona, creando lo que
antiguamente llamaban puentes de poder o lazos kármicos. Este tema es tan
complejo, impactante y profundo, que no acabaríamos en horas. Pero este
conocimiento nos hará tener más consciencia de la ligereza o profundidad de
nuestros actos.
Para el descanso de todos compartiremos una cura: Si
encuentras el amor de tu vida, un Amor profundo y verdadero, este Amor es capaz
de quemar y trasmutar lo que sea, convirtiéndose en una cura de amor y de
energía para la pareja.
Armoniza tus chakras, trabaja sobre ellos y evita tener
parejas pasajeras. Lo ideal es compartir nuestra energía más íntima con quien
amamos y nos ama, nuestra pareja, no con personas que sólo nos atraigan o
personas que sólo despierten en nosotros pasión física.
Recuerda que si compartimos nuestra energía con personas
fugaces, no sabemos con qué otras personas también fugaces y con energías
densas estamos intimando; lo mejor es saber quién y qué lleva en sí cada persona
con la que nos involucramos íntimamente.
El ser humano responde a sus instintos animales (hormonales)
igual que una mariposa nocturna se arrima a la luz incandescente de una lámpara
que la quema lentamente, pero sigue arremetiendo sin tener conocimiento de su
destino.
Por esto la tasa de matrimonios baja, mientras los divorcios
se incrementan; y sólo prevalecen limpios aquellos que deciden convivir hasta
darse cuenta de que son el uno para el otro y consideran el matrimonio o
prefieren seguir en la relación sin certificado alguno.
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