EL DAÑINO APEGO

Llegamos solos a esta dimensión, solo sustentados por el infinito amor del Creador, cada quien con una Misión de Vida, que conlleve a realizar el espíritu y a su vez trascender el alma… crecer alquímicamente, que a la hora de partir también solos, haya valido la pena el ciclo de existencia que culmina esta vez, pero igualmente solos!

Es fundamental tener claro, que aunque nacimos gregarios, bajo la necesidad de relacionarnos, comunicarnos y convivir; nada de ello debe marcarnos tan profundamente de ofrecer resistencia cuando algún vínculo en nuestra vida culmina.

Quieres saber ¿por qué culmina un ciclo, un vínculo, una amistad, una relación? Pues simplemente porque los sucesos y encuentros se dan para solo purificar nuestras almas al crecer con la experiencia que nos deja el vínculo, y el conocimiento aprendido ya sea en nuestro papel de darlo o recibirlo, en el contacto con el otro ser. En esto se involucra la Ley del Karma, donde karmatizando (dando o recibiendo en compensacion) con el otro, nos vamos purificando y así creciendo. Cuando dentro de la vida termina un vínculo con otra persona bajo las circunstancias que sean, quiere decirte el Universo que ya termino lo que se venía aprender o a ensenar con el otro, por ello no te lamentes, déjale marchar, que ya llegara por otro camino una nueva persona o situación que ahora estará apta para compartir a tu nivel evolutivo, y con ello intercambiar cosas del alma, pero que están a otra escala de conocimiento.

Algunos especialistas concuerdan en afirmar que no es realmente necesario deshacerse de las cosas, pero que sí es muy importante liberarse del apego exagerado hacia ellas. Los afectos, las relaciones, las posesiones materiales, los títulos, etc., van y vienen. Intentar aferrarnos a cualquiera de esas cosas nos impide abrir nuestro corazón y darnos cuenta de una realidad, y es que antes de cualquier persona o factor externo, estamos nosotros.

Nuestro bienestar, por ende, no debe depender de nada, ni nadie que no provenga de nuestro interior. Los apegos son cadenas que hacen mucho daño a veces y que hay que aprender a saber romper en el momento justo con Sabiduría.